jueves, 30 de octubre de 2025

... La nefasta respuesta de ciertos silencios



Dejé de enviarle mensajes, dejé de revisar su perfil, dejé de encontrar razones para contactar y dejé de esperar un mensaje suyo. Incluso cuando algo me recordaba a él, no busqué su nombre ni le pregunté cómo estaba.

No fue fácil, porque lo que teníamos era real, pero extrañar a alguien no siempre es una razón para perturbar su paz... o el mío. Mantuve mi distancia y dejé que el silencio hablara. Todavía pienso en él a veces, todavía me pregunto si piensa en mí, pero ya no espero.

He hecho las paces con su ausencia, aprendí a llevar el amor sin necesitar a la persona, y nunca más le volví a molestar... no porque no me importe, sino porque me preocupo lo suficiente por mí mismo. Si quisiera volver, lo habría hecho, y como no lo ha hecho, lo tomo como mi respuesta. 

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Foto propia.

domingo, 26 de octubre de 2025

... La IA nos va a embrujar, a esclavizar y va a controlar nuestras vidas.



 
El filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025, nos pone frente a un espejo cuando describe la sociedad contemporánea en la que vivimos, sobrevivimos o, sencillamente, corremos. La imagen reflejada no es halagüeña, carece de filtros.
Que falten a clase, que "hagan pellas para contemplar el mundo que les rodea" es el consejo que daba este jueves a los estudiantes de educación secundaria procedentes de varias comunidades autónomas que se sentaron a escucharle, convocados por la Fundación Princesa de Asturias. Esa es, según el pensador, una tarea "mucho más útil".
A juzgar por sus palabras, el obstáculo entre la mirada de los jóvenes y el mundo real no está tanto en las paredes de un centro educativo como el IES Laboral de Gijón que los acogía en esta ocasión, sino en una pantalla dominadora. Byung-Chul Han no llega a declararse en contra de los teléfonos móviles o de las tecnologías digitales, pero subraya la necesidad de hacer un buen uso de ellas. Y detalla los motivos en los que reside la dificultad de lograrlo. Precisamente el jurado le ha concedido el premio por su "brillantez" para interpretar los retos de la sociedad tecnológica.
El problema es cuando se invierten los papeles y en vez de usar la tecnología como lo que es, una herramienta, es ella la que nos usa a nosotros y nos esclaviza", decía. Aludía a la experiencia de la primera revolución industrial, a mediados del siglo XVIII, en la que se crearon máquinas que agilizaron los procesos productivos, pero que también provocaron que el hombre se convirtiera "en esclavo de sus inventos".
La IA "esclavizará a la humanidad"
"Hay que ser muy cuidadosos para no caer en la esclavitud de las tecnologías y hoy nos enfrentamos a la inteligencia artificial, que nos va a embrujar, a esclavizar y va a controlar nuestras vidas", ha advertido. No niega que pueda ser una herramienta útil en algunos campos del conocimiento, pero no parece que, en su opinión, la ecuación riesgo-beneficio vaya a dar un saldo favorable: "tarde o temprano, esclavizará a la humanidad".
La escapatoria está en esa opción de "hacer novillos", y recuperar el "espíritu contemplativo" esencial de los seres humanos, que ha sido anulado por un sistema orientado hacia la productividad y el individualismo, basado en un falso concepto de la libertad. "Este sistema está creando muchas enfermedades neurológicas, como la depresión, y es el mismo sistema el que las privatiza y medicaliza, aunque una política social des descanso podría funcionar, pero si se deja atrás este tipo de sociedad", aventura.
La tecnología no es en su opinión la única responsable de esa falta de conexión con lo más humano, lo es también el actual sistema educativo, al que critica duramente: ha calificado como "empresas neoliberales en las que los alumnos son clientes y los
y los profesores, vendedores"
Si en su obra ha venido dibujando una sociedad apresurada y agotada, condenada a una velocidad ultraproductiva, nos da ahora otra imagen de ella, estabulada. "Nos hemos convertido en ganado. Ganado de comunicación, de trabajo y electoral", reflexiona.
El neoliberalismo y el capitalismo, afirma, "hacen que el ser humano se convierta en un ganado", que "se quede estabulado" y permanezca estable en el lugar "donde encuentra alimento". "Nos acomodamos en el sistema. Podríamos sublevarnos contra este régimen, pero el ganado no se subleva. Tengo la esperana de que colapse el sistema y esto va a pasar pronto", ha vaticinado.
A Byung-Chul Han lo que le "tortura", confesaba ante las cámaras, es la "crisis" que padecen las democracias liberales, tanto en Europa como a nivel global. Lamenta la pérdida de valores y "objetivos nobles", la ausencia de "material simbólico" que, a la postre, es lo que ha puesto en peligro la democracia y el propio liberalismo al dejar a la sociedad "desorientada" y convertirla en pasto de los autócratas y los populistas.
"Esa tendencia se va a acentuar y tiene mucho que ver con la crisis del liberalismo", anticipa el pensador. Las democracias, insiste, necesitan "hábitos, costumbres y virtudes", como la responsabilidad, la confianza y el respeto, porque sin todo ello, correría el peligro de convertirse en un "mero aparato" y los parlamentos, en el "escenario para la puesta en escena de los políticos".
"Una democracia sin comunidad, colapsa"
El filósofo ha advertido también sobre la falsa apariencia de comunidad que crean las redes sociales. Su uso "no genera comunidad, y una democracia sin comunidad, colapsa", advierte. Describe el paisaje de las conexiones virtuales como un mundo en el que las personas están encerradas "en cámaras donde reciben su propio eco". En su opinión, la sociedad se está perdiendo en un "maremágnum de información y comunicación" que "en sí mismos no dan ni sustento ni orientación".
"Ya no tenemos modelos a día de hoy. Tenemos influencers que venden objetos y productos. Pero los influencers, a diferencia de los ideales y los modelos, no nos dan ni soporte ni orientación", añadía.
Respeto y adicciones en sus próximos libros
En Asturias ofrecía el pasado martes la primera rueda de prensa de su carrera profesional, como gesto a los periodistas españoles, cuyo trabajo a lo largo de los años ha hecho que sus libros tengan "buena acogida" en nuestro país. "He aceptado esta rueda de prensa para darles las gracias a todos ustedes. Sin sus artículos, no hubiera sido posible este éxito", decía. Y ha sido en Asturias donde ha anunciado el que será su próximo libro, recién terminado y cuya publicación está prevista para inicios del próximo año en Alemania.
El concepto nuclear de su nueva obra es el ancestral, esencial pero ya casi revolucionario valor del respeto. "Vivimos en un universo en el que no nos respetamos", afirma, y describe la fiereza de las relaciones sociales actuales: las personas se muestran "agresivas las unas con las otras" y ante una opinión diferente de otra, a ésta se la declara como "enemiga". "Nos mostramos agresivos, sentimos resentimiento y odio hacia el otro. Y el respeto es el pegamento que mantiene junta a la sociedad; si no tenemos eso, vamos mal", ha enfatizado.
El filósofo ha comentado que ahora está inmerso en otro ensayo, que cerrará la serie de escritos "críticos" iniciada con La sociedad del cansancio, en el que abordará las diferentes adicciones de la sociedad contemporánea al consumo, a la información, al juego y a las redes sociales "Pensamos que somos libres, pero caemos de una adicción a otra, de una dependencia a otra", ha añadido.


[Premios Princesa de Asturias]

viernes, 24 de octubre de 2025

... El aviso de Byung-Chul Han

 


El aviso de Byung-Chul Han, Princesa de Asturias de Humanidades, sobre el móvil y la IA: "En realidad, no somos libres, sino que, más bien, nos arrastramos de una adicción a otra, de una dependencia a otra. Nos invade una sensación de vacío. El legado del liberalismo ha sido el vacío. Ya no tenemos valores ni ideales con que llenarlo" https://ver.20m.es/5ltf4.



... Explicación ^ es


Deja de revisar si vio tus historias. Deja de preguntarte si te extraña. Si lo hiciera, no estarías dudándolo. Silencia su nombre, sus publicaciones, su presencia. Y si eso duele como una pequeña ruptura, llora por eso también. Llora por la versión de ti que se aferró demasiado.


Perdónate por quedarte cuando sabías que poco a poco te estabas rompiendo. Borra los chats que relees de noche. Deja de buscar en mensajes antiguos señales de que le importabas. Sabía lo que hacía. Se fue. Deja que eso sea tu cierre.


Llora si lo necesitas. Grita contra la almohada. Deja que el dolor suba a la superficie. No eres débil por sufrir. Eres humano. No te castigues por seguir sintiendo. No confundas extrañar con necesitar. Extrañar es parte de soltar, pero no significa que debas volver.


Recuerda las noches en las que te sentiste invisible. Las veces que tuviste que pedir lo más básico. El modo en que siempre estabas adivinando dónde estabas parado. Deja de espiar su nueva vida. Esa versión del amor ya te rompió. Empieza a elegir tu propia vida, aunque al principio se sienta vacía.


Permítete sentarte en el silencio. No tengas prisa por llenarlo. Deja que te enseñe algo. Habla con tus amigos, de todo, incluso de las partes que crees que suenan patéticas. No necesitas un cierre que venga de ellos. Algunas personas se van sin explicación… y esa es la explicación.


Escribe hasta que deje de doler. Llora otra vez si hace falta. Pero no dejes de avanzar. Sanar no siempre se ve bonito, pero es real. Deja que el dolor venga de visita, y luego déjalo ir. Y cuando te sorprendas buscándolos en otra persona, trátate con paciencia. Eso también es parte de sanar.


Déjate caer a pedazos. Pero prométete que, pedazo a pedazo, te vas a reconstruir. Día a día. Porque la verdad es que ya eras completo antes de ellos. Y volverás a serlo sin ellos.


Deja de intentar recuperarlos.

Recupérate a ti.

Tú eres por quien vale la pena luchar.

miércoles, 22 de octubre de 2025

... No todo lo que se pierde es siempre una pérdida


¿Sabes a quién le toca la soledad?

A esas almas nobles que siempre dieron sin medir,

a quienes ofrecieron su tiempo, su escucha y su ternura,

y aun así terminaron con las manos vacías.

Le toca a quien creyó en las palabras sinceras

y descubrió, tarde, que no todos saben sostenerlas.

La soledad abraza a los de corazón limpio,

a los que amaron sin condiciones,

a los que perdonaron una y otra vez

hasta que el alma les dijo “basta”.

A los que fueron refugio para muchos

y no encontraron refugio cuando lo necesitaron.

Le toca a quienes entendieron que no se puede

pedir amor donde solo hay interés,

ni esperar lealtad de quien solo sabe estar de paso.

A esos seres que sienten más de lo que deberían,

que callan para no herir,

y que muchas veces lloran en silencio para no preocupar a nadie.

La soledad se sienta junto a ellos,

no para castigarlos, sino para enseñarles a cuidarse,

a escucharse, a elegir mejor a quién entregar su luz.

Porque a veces la soledad no llega por falta de amor,

sino por exceso de bondad.

Y aunque duela, también es ahí,

en ese silencio, donde el alma se reencuentra consigo misma

y aprende que no todo lo que se pierde,

es realmente una pérdida. 🌙


reflexión ^ es ✓

martes, 21 de octubre de 2025

... Coz

 



... Se llevan tus ganas de vivir



Una vez amé a un monstruo...

Lo amé locamente. Me abrió las puertas de su casa y yo le abrí mi corazón. Ese monstruo no me persiguió, yo fuí detrás de el, sin saber lo que en verdad era. Se veía como un ángel, pero nada más lejos de su realidad. Le acariciaba mientras el me despellejaba en vida. Si, amé a un monstruo de esos que con besos te arrancan el alma, te roban el aliento y sin que te des cuenta, se llevan tus ganas de vivir. Te dejan vacía, rota, sin ilusiones, sin sueños. Se llevan todo dejándote en el silencio del olvido, prisionera de la soledad y ahogada en su recuerdo. Amar a ese monstruo casi me cuesta la vida, mi humanidad y mi alma. Si, amé a un monstruo, un ser infame, cruel, despiadado. Que te infecta la sangre y te convierte en un monstruo igual o peor a el. Cuánto lo ame... Pero no me arrepiento de haberlo amado así. Porque así supere mi miedo a ellos. Ya no me asustan y se que no pueden convertirte en uno de ellos si no se lo permites.

Ahora que los conozco ya no les temo, me dan mucha lástima. Solo son tristes personas. Que alguna vez alguien no quiso y se desquitan con los que de verdad los quieren.

Y se convierten en tristes y ridículos payasos. Que juegan a ser monstruos.

... La nefasta respuesta de ciertos silencios

Dejé de enviarle mensajes, dejé de revisar su perfil, dejé de encontrar razones para contactar y dejé de esperar un mensaje suyo. Incluso cu...