"No, no es tóxico decirle a tu pareja lo que te molesta.
Tampoco es tóxico hablar de lo que te duele, lo que te incomoda, lo que te hace sentir mal.
Eso se llama comunicación. Se llama confianza.
Porque cuando estás con alguien, no se trata solo de compartir lo bonito, los abrazos y los "te amo".
También se trata de poder decir: "Esto no me gustó", "Esto me dolió", "Esto me hizo sentir inseguro".
No es ser dramático. No es exagerar.
Es tener el valor de abrirse con la persona que amas. Porque guardar lo que sientes solo por miedo a incomodar, eso sí es peligroso.
Eso sí envenena una relación poquito a poco. El silencio acumulado termina siendo un grito dentro del pecho.
No es tóxico pedir que te escuchen.
No es tóxico querer sentirse seguro, respetado y valorado. Y tampoco es tóxico necesitar que te expliquen algo que no entendiste o que te lastimó.
Tóxico es callarte todo, creer que debes tragarte las dudas porque “si lo digo se va a enojar” o “va a pensar que soy intensa”.
Tóxico es pensar que hablar con tu pareja puede arruinarlo todo.
Cuando en realidad, lo que arruina una relación es justamente no hablar.
Callar. Fingir que todo está bien cuando no lo está.
Las cosas se hablan.
Las emociones se validan.
Los problemas se enfrentan juntos.
Y si alguien te hace sentir que expresar lo que sientes es “ser tóxico”, entonces quizás no es el tipo de persona con la que deberías construir nada".

No hay comentarios:
Publicar un comentario